Profesionales

Sistema Puturru de fua (nombre ficticio)
Bar de la estación.

Una ración alimenticia insípida como lamer arena y un vaso de líquido con vitaminas.
Que la paz sea contigo – dice el camarero cuando la comandante Maya Fey paga la cuenta.
Que la paz sea contigo también.
Maya moja el pequeño ladrillo en aquella solución esperando que lo ablande y lo haga más tragable.
Creo que este lugar se lleva el premio al peor bar de estación en el que he estado – murmura para sí.

Maya da vueltas en su mente a todas las cosas turbias que no encajan en aquella llamada de socorro. ¿Qué demonios está pasando? Varias megaship destruidas en el sector. Muy pocos pods de escape que rescatar. El resto están desaparecidos. Un mensaje de los asaltantes a una de las megaship “venimos a por la tripulación, no a por la carga”. ¿Dónde están los pods de escape? ¿Quién se ha llevado los pods que faltan?

A su izquierda, acodados en la barra, varios comandantes expertos comparten una botella de Bourbon y se dedican a su afición favorita entre vuelo y vuelo: medírselas (las estadísticas). Se pasan un pad de información, brindan y palmean a uno de ellos en la espalda.

Muy bien, campeón. Te has llevado el récord. Noventa y dos cápsulas de escape rescatadas.

Maya Fey los observa interesada y se pone a escuchar discretamente. ¿Cómo lo ha hecho? Ella apenas ha logrado rescatar a una cuarentena de personas, entre disparos de piratas, terroristas y fuerzas de seguridad que la han arrollado en más de una ocasión (literalmente). El comandante felicitado se pone a hablar.

Os cuento el truco. Si hay indicación de peligro, pasad de largo. Solo buscad las señales de lanzaderas o naves de rescate. No os enfrentéis a piratas por unas cápsulas de escape. Efectividad – dice – Id a lo fácil y seguro.

Profesional – murmura otro.

Maya se queda pensativa. Es probable que tengan un punto de verdad. ¿Para qué perder el tiempo en rescatar gente en situaciones complicadas cuando podía simplemente recoger cápsulas de escape en señales seguras? Su conciencia acude a su rescate: “porque algo turbio está pasando, Maya, y tú te preocupas por algo más que números o estadísticas”.

El más próximo a ella la observa, de repente, y le pasa un vaso con algo de bourbon.

Comandante Maya fey, ¿verdad?
Ella sonríe levemente.
Sí, nos vimos aquí ayer. Me alegra ver que estáis bien.
¿Cuántas cápsulas has rescatado?
Oh… Muchas menos que vuestro amigo. Tranquilos que no os quitaré el record.
Oh, lo siento – comenta con una sonrisa se suficiencia.
Y Maya sonríe abiertamente.
No lo sientas. Soy una nave de RESCATE. Me meto en situaciones peligrosas para sacar gente. No soy un simple taxi.

Y con una sonrisa encantadora le devuelve el bourbon.

Muchas gracias, pero no bebo.