Un rescate rutinario
Sistema Puturrú de Fua (nombre ficticio)
Medianoche aparece con un fogonazo junto a la megaship destruida. Las naves que la rondan, cual buitres, se vuelven hacia ella. Una Anaconda y su escolta de eagles. Piratas.
“Escaner detectado”, canta Shirka.
Maya Fey lo ignora. Selecciona la cápsula de escape más cercana de la lista de contactos y corre hacia ella. Hay otra más y está lo suficientemente cerca.
Mensaje directo de la Anaconda: “Tienes quince segundos para darme ese cargamento, comandante”.
Maya dirige una rápida mirada al mensaje, y solo se queda con el número.
– Tiempo de sobra para recoger ambas cápsulas – murmura mientras activa los drones recolectores.
“Programando dron recolector”, canta la IA al lanzarlo al exterior.
Medianoche adelanta a su propio dron y se sitúa para facilitarle la recogida. Maya abre escotilla de carga.
“Cargamento a bordo”, canta la IA pocos segundos después. Maya selecciona la segunda cápsula de escape y lanza el segundo dron.
“Se le ha acabado el tiempo, comandante”, mensaje directo del líder de los piratas a bordo de la Anaconda. Medianoche está en el ángulo de tiro de la Anaconda pero no puede moverse todavía, o perderá la cápsula de escape. Maya dirige una mirada hacia el radar y apremia a su dron recolector.
– Vamos, pequeño, vamos, vamos...
Una alarma de ataque suena en la nave.
“Atención, drones incursores lanzados contra nosotros”, canta la IA
Maya los localiza en el radar, hace girar a Medianoche, dándoles el lomo, donde lleva sus dos puntos de defensa y mantiene un ojo en el radar, mirando a las dos Eagles situarse para asaltarla.
– Vamos, vamos… solo tenemos dos segundos.
“Pod de escape a bordo”, canta la IA.
Dos explosiones en el exterior le indican a Maya que sus sistemas de defensa han funcionado y los drones de asalto enemigos son chatarra espacial, ahora. Varias sacudidas contra sus escudos le indican que Eagles y Anaconda han abierto fuego contra ella.
– Cerrando escotilla, impulsores… Vamos, Maya, mete la megaship de por medio.
Medianoche es mucho más ágil que la Anaconda, e infinitamente más rápida. La Clipper negra rota alrededor de la enorme estructura y, en un segundo, el tonelaje de la Megaship le sirve de cobertura contra los cañones tipo 4 de la Anaconda. Y en tres segundos más, sus thrusters la han situado a suficiente distancia como para que los disparos ya no sean un problema.
“Motor de distorsión cargando”, canta la IA.
Medianoche aparece con un fogonazo junto a la megaship destruida. Las naves que la rondan, cual buitres, se vuelven hacia ella. Una Anaconda y su escolta de eagles. Piratas.
“Escaner detectado”, canta Shirka.
Maya Fey lo ignora. Selecciona la cápsula de escape más cercana de la lista de contactos y corre hacia ella. Hay otra más y está lo suficientemente cerca.
Mensaje directo de la Anaconda: “Tienes quince segundos para darme ese cargamento, comandante”.
Maya dirige una rápida mirada al mensaje, y solo se queda con el número.
– Tiempo de sobra para recoger ambas cápsulas – murmura mientras activa los drones recolectores.
“Programando dron recolector”, canta la IA al lanzarlo al exterior.
Medianoche adelanta a su propio dron y se sitúa para facilitarle la recogida. Maya abre escotilla de carga.
“Cargamento a bordo”, canta la IA pocos segundos después. Maya selecciona la segunda cápsula de escape y lanza el segundo dron.
“Se le ha acabado el tiempo, comandante”, mensaje directo del líder de los piratas a bordo de la Anaconda. Medianoche está en el ángulo de tiro de la Anaconda pero no puede moverse todavía, o perderá la cápsula de escape. Maya dirige una mirada hacia el radar y apremia a su dron recolector.
– Vamos, pequeño, vamos, vamos...
Una alarma de ataque suena en la nave.
“Atención, drones incursores lanzados contra nosotros”, canta la IA
Maya los localiza en el radar, hace girar a Medianoche, dándoles el lomo, donde lleva sus dos puntos de defensa y mantiene un ojo en el radar, mirando a las dos Eagles situarse para asaltarla.
– Vamos, vamos… solo tenemos dos segundos.
“Pod de escape a bordo”, canta la IA.
Dos explosiones en el exterior le indican a Maya que sus sistemas de defensa han funcionado y los drones de asalto enemigos son chatarra espacial, ahora. Varias sacudidas contra sus escudos le indican que Eagles y Anaconda han abierto fuego contra ella.
– Cerrando escotilla, impulsores… Vamos, Maya, mete la megaship de por medio.
Medianoche es mucho más ágil que la Anaconda, e infinitamente más rápida. La Clipper negra rota alrededor de la enorme estructura y, en un segundo, el tonelaje de la Megaship le sirve de cobertura contra los cañones tipo 4 de la Anaconda. Y en tres segundos más, sus thrusters la han situado a suficiente distancia como para que los disparos ya no sean un problema.
“Motor de distorsión cargando”, canta la IA.