Los motivos del odio
Sistema Tal (a dos
saltos del sistema Vok Bok)
Estación Jofroncia
Bar
El sistema recibe la
influencia cultura de las facciones del sistema Bok, y eso se denota
en la gastronomía. Maya está dando
cuenta de una cosa que llaman “panbuli” o algo así, que en la
simpleza de su preparación radica su genialidad. Está delicioso.
Frente a ella, el
hombre entrecierra los ojos repondiendo a su pregunta con el tono de
un contador de historias profesional.
– Cuentan las
leyendas que la hija del comandante de una de las facciones traicionó
a su familia para casarse con el hijo del líder de la facción
rival. Dicha acción desencadenó una serie de odios que acabó
trágicamente para ambos amantes.
– Uooo… Qué
triste – comenta Maya.
A su izquierda hay
una risa, otro hombre, más joven, se pone en pie y se sienta en la
misma mesa que ellos sin pedir permiso.
– No tienes ni
idea, viejo. Todo el mundo sabe que los ************ (nombre
censurado) insultaron a la matriarca de los ************ (nombre
censurado) y eso fue el inicio de una guerra por el honor de la
facción.
Maya se encoge de
hombros.
– Me parece un
tanto excesivo reaccionar así por…
Una tercera voz la
interrumpe. Una mujer se ha puesto en pie varias mesas más allá
soltando bruscamente su bebida sobre la mesa. El golpe resuena por el
local.
– ¡¡No tenéis
ni idea!! Y solo gente como vosotros podría soltar semejantes
sandeces y mentiras sobre la noble facción de ************* (nombre censurado).
Los dos hombre se
ponen en pie y Maya, llevada por un instinto de supervivencia,
abandona la mesa y se dirige lentamente hacia la salida del lugar.
Los dos hombres y la mujer se están retando en un apretadísimo
duelo de miradas, y Maya ha percibido los blasters que todos ellos
llevan.
El hombre más joven
levanta la la barbilla en un gesto de desafío.
– ¿A qué te
refieres con “gente como nosotros”? – pregunta.
Maya se parapeta
detrás de una mesa y se dirige a cuatro patas hacia la salida, sin
importarle un carajo su dignidad personal. La mujer levanta una mano
y señala el plato sobre la mesa de los dos hombres con los restos de
su comanda.
– Eres uno de
ellos un – la mujer escupe la palabra despectivamente –…
sincebollista.
El otro hombre se
pone en pie volcando la silla.
– ¡Es mucho mejor
que ser una de esas concebollistas que le echan chorizo a la paella!
– exclama con la rabia rezumando de su voz.
Los tres retuercen
el gesto ante la mención de semejante aberración. Pero la mujer lo
muda rápidamente a uno de ira ante la mentira y desenfunda su bláster. Solo hay una
manera de lavar tamaña afrenta y falsedad.
Maya atraviesa la
puerta del local y se parapeta al otro lado de la pared justo cuando
los disparos empiezan a resonar.
– ¡Por el amor
del cielo! ¡Están locos!
Los fogonazos de luz
iluminan el pasillo y Maya ve al equipo de seguridad acercarse a paso
ligero, así que levanta las manos inmediatamente. Curiosamente, su
mente en esos momentos solo piensa “No me pude acabar el panbuli,
jo!”
-------------------------
Explicación. Parece ser que dos facciones de españoles han empezado a atizarse dentro de juego y que todo empezó por faltas de respeto fuera de juego. Cuando dos grupos de spaniards se protan así, solo hay una explicación posible.